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Thursday, March 14, 2013

Argentina K: como crear el primer Papa antikirchnerista



La fumata blanca anunciando el nuevo Papa sorprendió al mundo menos que al gobierno de su país natal, Argentina. 

Con la habilidad que caracteriza a la dictadura civil de la familia Kirchner para quedar en ridículo creándose enemigos invencibles -los exportadores agropecuarios de los que depende, los centros financieros que le han cortado el crédito  los inversores petroleros que necesita para reducir el déficit energético- se ha agregado un nuevo Papa.



Es que el cardenal Bergoglio, a cuyo Tedeum desairaron con su inasistencia -la primera en la historia de un país que se compromete al el sostenimiento del culto católico  en el articulo 2  de su Constitución  - es la  culminación de una serie de ofensas iniciadas apenas el entonces cardenal de la díscola Ciudad de Buenos Aires expreso en su homilía lo que pensaba -con muchos católicos y no católicos  de las lacras sociales fomentadas y explotadas por el "modelo de inclusión social" 



no solo es famoso por su memoria, sino que ahora es nada menos que un Papa que seguramente volverá en triunfo a la Argentina, llenando plazas y actos públicos con millones cuyos cantos y saludos al gobierno (por no anticipar las palabras del Pontifice) darán la vuelta al mundo en una escala que convierte a las cadenas de Cristina Kirchner en una mesa de te canasta.

El director del oficialista Pagina 12, el ex Montonero y apologo terrorista Horacio Verbitsky, no ha sido menos inoportuno que el gobierno, al publicar un libro acusando al ahora Papa de connivencia con ls desapariciones de dos jesuitas... que el propio Bergoglio, al ser entrevistado, corrigio aclarando que fue gracias a sus oficios que los dos "desaparecidos" aparecieron con vida. El Premio Nobel Adolfo Perez Esquivel fue también terminante en rechazar la calumniosa acusación.

Acusar a un Papa de complicidad en genocidio no es precisamente la mejor forma de contar con su bendición.

Por si fuera poco, a sus sistemáticos desplantes faltando a sus tedeums y misas protocolares, Cristina Kirchner agrego activa campaña por el otro cardenal argentino, Sadri, residente en Roma, a quien recibió antes del cónclave mientras ignoraba a Bergoglio.

No haria falta mas que recordar los antecedentes de Bergoglio para descubrir las razones por las que ha vivido en perpetuo choque con el kirchnerismo: de una familia ferroviaria de clase media baja, peronista y anticomunista, combina los tres grupos con los que esta enfrentado el modelo K.

En su infinita torpeza, el kirchnerismo repite (sin haber aprobado o al menos aprendido) la historia pasada del peronismo de enfrentamientos gratuitos (y suicidas) con la Iglesia, que le contesta con un inesperado tiro de gracia de proporciones (y repercusiones) homéricas.

Sera para alquilar balcones.



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Referencias


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